
Cada vez son más las personas que deciden limpiar sus dientes con irrigadores dentales. Muchos hablan de sus beneficios, pero, realmente, ¿cuáles son los pros y contras del irrigador dental para tu boca?
Pros del irrigador dental
Usándolo regularmente, conseguirás todas estas ventajas:
- Reducción de la placa bacteriana formada por los alimentos.
- Facilidad para retirar los restos de alimentos que quedan atrapados entre los dientes.
- Un uso frecuente ayuda a prevenir caries, enfermedades en las encías y problemas serios en la boca.
- Sirven para acabar con las manchas en los dientes, ayudando a que estos recuperen un poco de su color natural.
- No hace falta cambiarlos regularmente, como los cepillos de dientes.
- Bien usados llegan a ser más efectivos que el cepillo dental o el hilo bucal.
- Incluyen varios tipos de cabezales, que permiten adaptar la limpieza a las necesidades específicas de tu boca.
- Son mejores para limpiar una ortodoncia que el cepillo de dientes.

Contras del irrigador dental
Aunque son muy beneficiosos para tu boca, y tienen muchísimas ventajas, los irrigadores dentales también tienen algunas contras que deberías tener en cuenta:
- Pueden ser más caros que un cepillo de dientes eléctrico.
- Se consume bastante agua durante su uso.
- Los modelos de sobremesa necesitan estar conectados continuamente a la corriente para funcionar, lo que aumenta el gasto en luz.
- Los filtros son bastante sensibles, y si se usan mucho se rompen con facilidad.
- Algunos modelos ocupan mucho espacio en el lavabo, y son tan pesados que no se pueden guardar tras cada uso.