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Como usar el irrigador dental periodontitis

Irrigador Dental y Periodontitis

Mejor irrigador dental para la periodontitis

Suele recomendarse el irrigador dental para la periodontitis, ya que el chorro de agua a presión estimula las encías, eliminando cualquier rastro de bacterias y ayuda a reducir la inflamación.

De todos los modelos del mercado, ¿cuál es el mejor irrigador para periodontitis? Sin lugar a dudas el Oral-B Oxyjet

Este irrigador puede adquirirse en dos modelos; El que incluye únicamente el irrigador, o una completa estación de higiene dental 2 en 1 que conjunta el irrigador con un cepillo de dientes eléctrico.

Rebajas

¿Por qué es la mejor opción para tratar los problemas de la enfermedad de las encías?

  • La tecnología Oxyjet consiste en unas microburbujas que impactan en la encía, masajeándolas y reduciendo el daño sufrido. 
  • El chorro de agua penetra en las encías, expulsando los restos de suciedad que se acumulan en ella. 
  • Puede regularse fácilmente la potencia del chorro, adaptándola a las necesidades de la boca. 
  • Está demostrado que la tecnología Oxyjet elimina más placa bacteriana que el chorro de agua a presión de los irrigadores convencionales, previniendo la periodontitis
  • El irrigador Oxyjet ha sido fabricado con el asesoramiento de expertos del sector.
  • Garantiza una limpieza profunda de cualquier rincón de la boca, al poder rotar la boquilla 360º.

Qué es la periodontitis

Se trata de una infección de las encías que daña el tejido blanco, que poco a poco va destruyendo el hueso que sostiene los dientes, haciendo que estos se aflojen o se caigan. También se la conoce como enfermedad de las encías.

Para que sirve el irrigador dental para periodontitis

Los síntomas más comunes son:

  • Inflamación o hinchazón en las encías.
  • Las encías tienen un color rojo brillante, oscuro o morado.
  • Sensibilidad dental.
  • Sangrado de encías.
  • Tras cada cepillado, las cerdas del cepillo se tornan rosas.
  • Escupir sangre tras cepillarse los dientes.
  • Mal aliento.
  • Pus entre los dientes y encías.
  • Dientes flojos o pérdidas de dientes.
  • Dolor al masticar.
  • Separación de dientes.