
Cómo hacer un irrigador dental casero
Los irrigadores dentales son muy útiles para limpiar en profundidad la boca. Desafortunadamente, no todo el mundo puede permitirse uno.
Ello no quiere decir que debas desistir, ya que hay algunas alternativas, como, por ejemplo, diseñar tu propio irrigador bucal casero, siguiendo los pasos que te indicaremos.
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El irrigador bucal casero que funciona
A lo largo de esta entrada te vamos a explicar dos formas de hacer un irrigador totalmente casero, con artículos muy baratos y sencillos de conseguir:
Modelo 1
Para hacer este irrigador necesitarás:
- 1 jeringuilla desechable de 20 ml (puede ser de más capacidad).
- Aguja para la jeringuilla.
Estos son los pasos a seguir para diseñarla:
- Con unas pinzas de corte para cortar la punta de la aguja.
- Desecha la punta de la aguja.
- Comprueba que la punta de tu nueva aguja está bien aplastada.
- Colocala en la jeringuilla (tras llenarla).
Y listo, ya tienes un irrigador casero que te habrá llevado poco más de 2 minutos hacer.
Modelo 2
Si prefieres algo que te permita aprovechar más el agua, puedes diseñar este segundo modelo, para lo que necesitarás:
- El irrigador casero modelo 1
- Equipo para venoclisis.
Para diseñar este irrigador lo que usaremos será, únicamente, la parte Y del equipo de venoclisis, por lo que quita el tubo haciendo un poco de fuerza.
Seguidamente, conecta la Y al irrigador casero 1, y al final del tubo la aguja que previamente has cortado.
De este modo, tendrás un irrigador que te permitirá aprovechar más el agua.
Para que tengas un ejemplo de los pasos a seguir, te dejamos con un vídeo en el que podrás ver cómo lo hacen.
Las ventajas de un irrigador casero
¿Tiene alguna ventaja fabricarse un irrigador casero? Por supuesto:
- Es muy barato.
- Cuando se rompa, apenas te costará dinero fabricarte uno nuevo.
- No ocupará sitio.
- Puedes encontrar los materiales en cualquier farmacia.
- Se puede doblar fácilmente la punta.
Las desventajas de un irrigador casero
Aunque es una opción económica, tiene bastantes desventajas:
- El chorro apenas tendrá potencia.
- No lo pueden usar los niños.
- El agua apenas te dará para dos segundos de limpieza y tendrás que rellenar la jeringuilla continuamente.
- No es muy higiénico.
- No sirve para problemas serios en la boca.
- Es poco práctico para limpiar una ortodoncia.
- Por un poco más, puedes comprarte un irrigador de baja gama.